PRD se despide; planean volver con otro partido más fuerte

Foto: Cortesía
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El PRD enfrenta un momento crucial que podría marcar el inicio de una nueva etapa política en México.

Tras décadas de influencia política en México, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) enfrenta su desafío más severo: la pérdida inminente de su registro nacional. Sin embargo, se preparan para volver con un partido más fuerte.

Fundado en 1989 y protagonista en las elecciones presidenciales de 2006, 2012, 2018 y 2024, el PRD no logró alcanzar el 3% de la votación requerida en las recientes elecciones federales, lo que pone en riesgo su existencia como partido político.

Las causas de su declive son múltiples, según analistas y antiguos miembros del partido. Manuel Cifuentes, secretario de Finanzas del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, señaló que las divisiones internas y el alejamiento con la ciudadanía fueron factores determinantes. “El PRD fue un partido democrático al interior, pero las pugnas entre grupos crearon divisiones y debilitaron su posición ante los votantes”, explicó.

Además, la salida de figuras prominentes hacia otros partidos, especialmente a Morena, generó un impacto negativo en su base electoral. “Muchos liderazgos se retiraron y eso afectó nuestra cohesión y capacidad para atraer votantes”, lamentó Cifuentes.

La gestión financiera también fue un punto crítico. Edgar Avilés, líder sindical en el PRD, denunció una mala administración que afectó a los empleados del partido, quienes enfrentaron problemas salariales y laborales a lo largo de los años. “Por décadas, los trabajadores tuvimos dificultades con pagos a destiempo y falta de prestaciones, mientras la dirigencia hablaba de crisis y continuaba con gastos cuestionables”, criticó Avilés.

Presidente del PRD considera la creación de otro partido

Ante este escenario, Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, reconoció la realidad en una reciente declaración pública: “Ese PRD que construimos hace 35 años ya no existe más como tal”. Sin embargo, Zambrano también expresó la intención de utilizar el capital político del partido para iniciar “un nuevo ciclo”, posiblemente a través de la creación de un nuevo partido político con una visión renovada y estructura fortalecida.

“Buscaremos acercamiento con partidos locales y grupos de la sociedad civil para conformar una nueva arquitectura política”, adelantó Zambrano. El objetivo será mantener vivos los ideales de izquierda y socialdemocracia que caracterizaron al PRD, mientras se trabaja en recuperar la confianza de los electores.

El futuro del PRD está en entredicho, pero sus miembros y simpatizantes no se dan por vencidos. “Esperamos que este proceso de transición nos permita regresar más fuertes y unidos, con un partido que refleje verdaderamente las aspiraciones y necesidades de la ciudadanía”, concluyó Cifuentes.

Con la pérdida inminente de su registro, el PRD enfrenta un momento crucial que podría marcar el inicio de una nueva etapa política en México, donde la renovación y adaptación serán clave para su supervivencia y relevancia futura.