62 años de periodismo de El Alacrán de Jerez

Luego de varias semanas, en las que problemas físicos me impidieron atender mis compromisos de redacción y luego de agradecer las frases amables de amigos y lectores, reanudo de nueva cuenta mi columna en el diario del amigo Luis Enrique Mercado, titulada Cosas de Jerez. En ésta ocasión y por una coincidencia de aniversario, asocio … Leer más

Luego de varias semanas, en las que problemas físicos me impidieron atender mis compromisos de redacción y luego de agradecer las frases amables de amigos y lectores, reanudo de nueva cuenta mi columna en el diario del amigo Luis Enrique Mercado, titulada Cosas de Jerez.

En ésta ocasión y por una coincidencia de aniversario, asocio mis ideas al nacimiento del semanario El Alacrán, que apareció en la luz pública un 7 de Julio de 1955, hace ya 62 años.

En ese lapso, hemos visto aparecer y desaparecer varias publicaciones; eran los tiempos en que en vez de aporrear teclados de computadora, lo hacíamos en máquinas de escribir, para luego, componedor en mano levantar los tipos, para hacer el formato de una página, imprimirla, distribuir los tipos en las cajas para empezar de nuevo, hasta completar la edición de cuatro páginas.

Los primeros números se vendieron a 20 centavos por ejemplar, y a cada voceador le correspondían cinco centavos, las primeras semanas teníamos pocos voceadores, pero gradualmente el número ascendió y en las primeras horas de los domingos,una algarabía mañanera llamaba la atención en el Portal Inguanzo, que era el sitio de entrega a  los vendedores.

En éstos 62 años, también salió a la venta el semanario Jerez, del profesor Fernando Robles Zepeda, originario de Guadalupe, Zacatecas y radicado en Jerez por motivos de trabajo en el magisterio. Aparecía también, aunque esporádicamente La Voz del Pueblo, editado por el hidrocálido Alfonso García.

Al paso del tiempo, apareció El Clarín, seguido de El Ariel, luego surgió El Eco, de Luis Miguel Berumen, a estos tres semanarios los desapareció la falta de respuesta comercial y el pago a las imprentas donde se imprimía, pues ninguno de ellos disponía de sus propios talleres de impresión.
Posteriormente, aparecieron otras publicaciones  que también han desaparecido por falta de apoyos comerciales o partidistas.

Por varios años, no existió en Jerez ningún otro medio y así fue como el dios Cronos siguió avanzando y cuando se instaló en la ciudad la primera estación de radio, se dijo que las publicaciones impresas dejarían de existir, y por el contrario surgieron nuevas publicaciones con ideas nuevas, que empezaron a robustecer el periodismo de provincia.

El gobernador Minero Roque, en una cena del 7 de Junio, dijo que el periodismo es como una rosa, que con cuidados embellecerá a la sociedad, quien quiera arrancarla abruptamente, se espinará las manos y al ser cortada morirá: no dejemos morir esa flor, cuidémosla para que esa planta sea el deleite espiritual de la sociedad, que trasmita noticias y también cultura.

Fueron los tiempos en que el gobernador Rodríguez Elías, dijo a los presidentes municipales, reunidos en viejo edificio que ocupaba el PRI y la tesorería del estado: Si en sus municipios hay publicaciones o se venden periódicos, aunque se editen en otro lugar, deben aprovecharlos  para dar a conocer las obras de su gobierno, es tan importante el huevo como cacarearlo.

El Alacrán tuvo el honor de que tres de sus destacados gobernadores, lo consideraran un periódico amigo; otros solo lo tomaron en cuenta para publicar sus boletines y los dos gobiernos de izquierda trataron de desaparecerlo del mercado y otros solamente lo han ignorado, como en la actual administración, para la que solo existen los rotativos diarios.

Han sido 62 años, en que nos “hemos comido las maduras, ¿por qué no hemos de comer las verdes”.

Mientras tengamos vida, seguiremos alimentando al modesto periodismo de provincia, si bien en cierto, quizá no seremos lo mejor, como tampoco hemos sido lo peor, nuestros límites han sido el análisis y la reflexión y saber que hay que reconocer lo bueno para censurar lo malo, venga de donde sea.

Imagen Zacatecas – Javier Torres Valdez




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